WARNING: Es importante saber que cada pareja es distinta y por más que existan libros/lecciones/manuales/fan pages y demás “guías”, son solo experiencias propias de los autores y/o colaboradores. Lo que funciona con otras personas, no necesariamente funcionará contigo/ustedes, pero leer y abrir nuestra mente, nos ayudará a tomar mejores decisiones y tener una mayor perspectiva. La verdad absoluta, no le pertenece a nadie. Cada uno forja sus propias ideas y percepciones.

Este, es un extracto de su libro que responde a la pregunta en cuestión.

“La mayoría de los hombres que saben que sus mujeres no confían en ellos y se imaginan que harán alguna cosa incorrecta, usan la táctica del <> como la mejor defensa.

Por ejemplo: él sabe que se pasó de su horario, que su esposa lo ha reprendido por eso muchas veces, y que él no ha hecho caso. Por lo tanto, ella debe vivir en desconfianza.

¿Qué hace él entonces? Llega a casa buscando pelea por algún otro motivo, ya sea algo que ella haya dejado de hacer o alguna prenda que ella esté usando y que él no aprueba. Es decir, él crea un problema.

Invierte los papeles y convierte a su esposa en la acusada. De este modo logrará que ella calle su desconfianza para no prolongar la pelea. Y la historia acaba siendo pasada por algo.

(…)

Un hombre tendrá poco cargo de culpa si sale a relacionarse con otra mujer que no es aquella con la que tiene un compromiso, pues para él, se trata de solo una relación sexual, que nada tiene que ver con sus sentimientos.

Pero cuando se da cuenta de que está traicionando sentimentalmente a su compañera, la consciencia le pesa, ¿sabes qué hace entonces?

Trata de compensar en casa, sea por el lado financiero o por el lado sexual. Se vuelve más generoso, procura compensar su desempeño en la cama, busca agradar a su compañera y, como consecuencia, ella lo acaba tratando mejor también. Es por eso que muchas veces he oído decir:

- Tengo una amante y mi matrimonio está mejor que nunca por eso.

La verdad, es que solo mejora en un primer momento, durante el cual él pasa a esforzarse más en casa como forma de compensar la traición, pero esta situación no durará para siempre. Es apenas la primera fase. Si los vínculos afectivos se estrechan más todavía entre él y su amante, su siguiente paso, será volverse irritable y agresivo en casa. Es como si inconscientemente estuviera tratando de salir de la relación y de quitarse el cargo de culpa que le causaría saber que fue porque él se interesó en otra mujer, convenciéndose así, de que fue porque la relación había dejado de ser satisfactoria.

De modo que empieza a causar cada vez más conflictos domésticos, aún si la mayoría de las veces, lo hace inconscientemente.

(…)

¿Sabes qué hacen muchas veces cuando es la hora de decidir si quedarse con la amante o quedarse con la esposa? Buscan a una prostituta para desahogarse”.