Recogiendo los aportes de todas las que tuvieron la amabilidad de comentar y/o mandar sus inbox, estos fueron los resultados (+ 1/2 litro de “gracia”):

1. Que siempre están buscando una “mecha”

Hay hombres que te defienden cuando un choro te quiere robar (¡Ayyy, mi héroe! PFFFF), pero hay algunos a los que les gusta iniciar la pelea por cualquier motivo (de casualidad, alguien te movió el brazo y ya está gritando que te pegaron; otro hombre te pregunta, muy educadamente, si quieres bailar con él y antes de que estés a punto de agradecer pero rechazar la invitación, se pone a gritar que se está pasando de pendejo contigo), y no solo eso, sino que tratan de iniciar una pelea, sabiendo que si les cae un solo golpe por parte del “adversario”, los mandan a emergencias. Ja. #PuraFinta

2. Que se emborrachen a tal extremo

“Mi amor, me voy a tomar unas chelas con mis patas”, eso te dijo a las 7 p.m. pero cuando te llamó a las 5:00 a.m. totalmente chupado al mango y te dice, que estrelló el carro y que por favor vayas a recogerlo de la comisaría porque había “tomado unos traguitos” (se subió al estado monumental con el carro y nadie sabe cómo) ahí, viene el problema… cuando no saben medirse y no solo arriesgan su vida, sino la del resto. Además de hacer cojudeces, claro.

3. Cuando hacen chongo en público

A la gran mayoría (no todos, no generalizo) de hombres, les gusta hacerse a los “machitos”, lastimosamente, y en público. Así que por si no lo saben, cuando se ponen a hacer cojudez y media en la calle… no nos sentimos “marcadas” (mejor méame encima, cual perro marcando territorio #Aj) nos sentimos avergonzadas. Avergonzadas del escándalo que hacen y de nosotras mismas, por estar con alguien así de impulsivo.

(Nota extra: Muchas mujeres también cometemos el mismo error… no caigamos en eso)

4. ¿Nosotras hablamos “klingon” o qué?

Cuando decimos algo… ¿por qué no entienden?, algo como: “No me gusta que me cojas el poto cuando hay gente a nuestro alrededor” y ¡pum! Lo vuelve a hacer, se lo dices de nuevo y ¡pum” lo vuelve a hacer… a la tercera ya te molestas, le preguntas cómo es posible que haga eso (en caso te moleste y se lo hayas “hecho presente”, claro) y asume una posición de “resentido” porque “no le dejas hacer nada” …

Es como que le digas “Verde” y él pregunte “¿Morado?” – “No, dije VER-DE” – “Ahhh yaaaa, celeste” – “VERDE, DIJE.” – “Ay ya ya, rosado, no te molestes… qué exagerada”

5. Que traten mal a nuestras amigas

No solo es un acto que muestra total irrespeto por las demás personas, sino que no son “cualquier persona” (y ni aunque lo fuera, estaría bien) sino que encima, son mis amigas. Mujeres que han estado ahí en las buenas y en las malas conmigo, con las que a pesar de las discusiones, seguimos siendo tan unidas como siempre. Las conozco aaaaaños y han sido desde mis compañeras de juerga, hasta de lágrimas. Entonces… ¿no puedes ser más respetuoso? Cuando estemos conversando, sé amable. Cuando estemos toneando, no pongas cara de culo. Y si no te caen bien (debes estar loco para que no te caigan bien) entones no malogres nuestro momento.

6. Que sean tan _____ (completa la frase)

Es cierto que un hombre sensible es atractivo, porque muestra sus sentimientos tal cual sin miedo alguno. Pero ser un hombre y pasarse todo el día llorando porque pasó cualquier tontearía no “trascendental”, es un panorama bastante desagradable. Tener que ser la toma siempre las cartas en el asunto, asume las responsabilidades y se preocupa, no siempre tenemos que ser nosotras… así no es. No nos vayamos a los extremos, que ya no estamos para jueguitos de kínder. Y no somos las “mamás”… ni tu mamá nos está pagando por hacer babysitting.