Si muchas ya se habían sorprendido con las cirugías plásticas de rejuvenecimiento vaginal, esta noticia les va a impactar aún más: trasplante de vaginas. Claro no por razones estéticas, sino por motivos médicos.

De acuerdo a un artículo publicado por la revista Lancet, un grupo de científicos de Carolina del Norte trasplantó con éxito cuatro vaginas a pacientes que sufrían el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), una enfermedad congénita que se manifiesta a través del subdesarrollo de los genitales femeninos o derechamente la ausencia de ellos.

Y si bien las operaciones se realizaron entre 2005 y 2008, los médicos del instituto de investigación científica donde se llevó a cabo el proyecto, el Wake Forest Baptist Health, prefirieron esperar varios años antes de declarar exitosas las intervenciones.

De acuerdo a la información entregada, la evolución en todos estos años ha sido óptima. El director del equipo, Anthony Atala, aseguró que los pacientes registran niveles normales de deseo, excitación, placer y orgasmo. Es más, declaró que “este estudio es un ejemplo más de cómo las técnicas de la medicina regenerativa se pueden aplicar a una variedad de tejidos y órganos”.

Respecto a la manera en que se llevó a cabo el trasplante los científicos indicaron que se extrajeron fragmentos de la vulva de las pacientes a través de biopsia y se cultivaron e hicieron crecer las células. De esta forma, luego de cuatro semanas se contaba con material suficiente para colocarlo, capa a capa, en estructuras biodegradables con formas de vaginas, elaboradas de acuerdo a las dimensiones anatómicas de las receptoras. Cuando ya estuvieron listas, los médicos hicieron una cavidad en el abdomen de las pacientes y las saturaron al útero.

Tal fue el éxito del procedimiento que seis meses después de la operación las cuatro mujeres comenzaron a menstruar y a tener relaciones sexuales normales, lo que perdura hasta hoy, nueve años después de la primera intervención.