La Onicofagia es el hábito de comerse la uñas o una manía si no puede controlarse. Esta enfermedad es provocada principalmente por los nervios, el estrés y la ansiedad, ¡y muchas lo sufrimos!

Además de convertirse en un accionar de carácter psicológico, el hábito crónico puede derivar a serios problemas con tu , específicamente con la piel, ya sea por las inflamaciones, malformaciones con las uñas o las infecciones.

Lo cierto es que, por donde se mire, comerse las uñas no está nada bien. Es por ello que te dejamos estas 5 estrategias para que vuelvas a lucir manicure.

1. Utiliza un esmalte de uñas con mal olor y sabor.

¡Todo está en los sentidos! Si no eres consciente de que te comes las uñas, pues píntate las uñas con los más desagradables barnices. Eso sí , está prohibido sacar y escupir el barniz. Sin trampas…

2. Paga (bien) por una manicure profesional.

Tal vez no te duela mucho comerte las uñas, pero te aseguramos que sí lo hará arruinar algo que tanto te costó. Además, así lo recomienda La Academia de Dermatología Americana. Entonces, ¡manos a la obra!

3. Identifica la causa y enfócate en un plan.

Comerse las uñas puede indicar nerviosismo, preocupación o algún problema emocional. Lo que debes hacer es descubrir en qué situación aumenta tu tensión. Cuando ya conozcas la causa y te vuelva a ocurrir, puedes poner tus manos sobre las rodillas, respirar profundamente o buscar la manera de tener tus manos ocupadas. Puede servir, sin duda.

4. Cambia tus expectativas.

Según estudios, las personas que suelen comerse las uñas tienden a ser perfeccionistas. ¿Y si tratas de no ser tan exigente contigo misma? Debes revisar tus expectativas (nuevamente) y comprobar qué tan reales o irreales son. Tal vez hace falta ajustar algunas cosas. La intención es reconducir los pensamientos y emociones que te llevan a comerte las uñas.

5. Acude a un especialista.

Como cualquier enfermedad, nadie sabe mejor lo que te ocurre que un especialista. En la actualidad, hay muchos profesionales en este tipo de trastornos obsesivos-compulsivos y ansiedad. Si ninguna de las anteriores te funcionó, no esperes más para visitar al médico.

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