Ahora una nueva investigación encontró lo que dice es “la primera evidencia genética” de un vínculo entre el tamaño de los senos y el riesgo de cáncer de mama.

Los investigadores de la empresa de genética 23andMe basada en California, Estados Unidos, encontraron variantes genéticas que, dicen, están vinculadas al tamaño de los senos. Y algunas de estas variantes están asociadas al riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Los investigadores analizaron los datos genéticos de 16.175 mujeres de origen europeo y llevaron a cabo un registro del tamaño del sostén que utilizaban. Esos datos fueron comparados con los de millones de mutaciones genéticas.

Después de tomar en cuenta la edad, antecedentes genéticos, cirugías de mama, historial de amamantamiento y embarazos, se encontraron siete variantes, o polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), vinculadas al tamaño de los senos. Y tres de estos SNP eran factores conocidos vinculados al riesgo de cáncer de mama.

El investigador explica que el responsable de este vínculo parece ser el estrógeno. “Se sabe que una de las variantes regula la expresión del gen receptor de estrógeno que juega un papel vital en el crecimiento de las glándulas mamarias y en la mayoría de los casos de cáncer de mama”.

El investigador señala que la relación entre el tamaño de los senos y el cáncer “es complicada”. Y aunque el estudio no quiere decir que los factores genéticos son suficientes para explicar la asociación entre tamaño y riesgo, sí muestran que ambos están vinculados.