Dieta sana. Lo que comes se refleja en tu cabello, y por supuesto, en su pérdida. Alejarte de las comidas rápidas y de las grasas te asegurará un pelo saludable. Elige consumir alimentos ricos en proteínas, pues el cabello está formado por ellas, y suficientes frutas y verduras que te garanticen aporte de vitamina B, hierro, calcio y zinc. No olvides tampoco beber abundante agua.

Masajes en el cuero cabelludo. Hacerte masajes en la cabeza con aceites naturales hará que aumente el flujo de sangre al cuero cabelludo y que este absorba más nutrientes. Prueba con aceite de oliva, de coco, de almendra, de lavanda o de romero.

Duerme bien. Dormir 8 horas todas las noches es un requisito fundamental para colaborar con la lucha contra la caída del pelo.

Cuida tus peinados. Cuando te peinas con trenza o cola de caballo bien tirante haces que tu cabello se debilite y termine cayendo. Si cambias de peinado rápidamente por otro que no quede tirante reducirás la posibilidad de pérdida de hebras.

Maneja tu estrés. El estrés es una de las causas por las que puedes perder tu cabello, así que si últimamente te sientes estresada, no dudes en buscar un poco de paz.

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