Las grasas extra y el azúcar se van directamente a los puntos conflictivos de tu cuerpo. En ese caso también tienes que prestarle atención a tus menús, tu forma de cocinar y hasta el orden en el que comes los alimentos. Todo esto influye en tus digestiones, lo que se traduce en un vientre ligero y plano o uno lleno de grasa.
Un vientre hinchado suele deberse a la acumulación de gases por malas digestiones, causadas, en la mayoría de los casos, por comer excesivamente rápido, comer y hablar a la vez, masticar poco los alimentos o alteración de la flora intestinal.
Procura:
Evitar las bebidas con gas.
Disminuir el consumo de legumbres.
Masticar y comer con tranquilidad.
No hablar mientras comes.
Seleccionar mejor los alimentos que componen tus menús puede suponer un cambio radical en tu aspecto. Tomadas en cantidades pequeñas o moderadas, las proteínas de origen animal no tienen por qué suponer un problema.
Alimentos Amigos
Legumbres con cereales: Lentejas con arroz integral.
Levadura de cerveza y germen de trigo.
Lácteos con cereales: Pan integral con queso, yogur y leche.
Semillas de sésamo y girasol.