“Todos solemos reconocer cuándo estamos más dispuestos a los contactos eróticos, hasta es posible determinar qué tipo de estímulos incrementan el deseo”, explica Walter Ghedin.
La adicción al sexo es otra cosa. “El deseo se mezcla con el impulso, placer, ansiedad, tentación y el. Es un comportamiento irrefrenable, repetitivo, con culpa y sensación de vacío una vez que se ha conseguido bajar la tensión sexual”, acota el especialista.
La base de muchas adicciones sexuales femeninas está relacionada con la hipersexualidad. Las mujeres que la padecen esconden suadicción y cuesta que lo reconozcan. Por ello hay que recordar que se trata de un trastorno que debe ser atendido.
Las adicciones más comunes tienen que ver con una necesidad imperiosa e irrefrenable de algún tipo de contacto sexual, es decir, la masturbación, relaciones hetero u homosexuales, líneas hot, entre otras.
1.- Ninfomanía: Es un deseo sexual violento e insaciable que, según los psicólogos, supone una dependencia que no cesa, a pesar de que se mantengan relaciones sexuales de forma habitual o se consuma material pornográfico. A pesar de que no están bien definidos los límites de esta patología, se habla de ninfomanía cuando el sexo domina el pensamiento de un individuo, e influye de manera notable en la vida diaria de alguien.
2.- Sexo con desconocidos: Practicar sexo con personas desconocidas exponiéndose a enfermedades de transmisión sexual y poniendo en juego su propia salud. Conductas de alto riesgo.
3.- Pornografía: El consumo de pornografía por Internet, a través de líneas telefónicas o de material impreso, así como películas y videos. Envío de escenas eróticas a través de los celulares.
4.- Juguetes eróticos: Uso excesivo de juguetes eróticos que sustituyen el contacto personal con una pareja. Masturbación en cualquier hora y lugar.
5.- Tipos de sexo: Práctica del BDSM (las siglas de bondage, dominación, sumisión masoquismo).