La aseveración la hizo el médico urólogo Luis Guaiquirian Arenas, jefe del Servicio de Urología de Hospital Miguel Pérez Carreño (IVSS), quien dio sus declaraciones a propósito del Día Mundial de la Incontinencia Urinaria, que se celebra hoy.

El especialista definió la referida condición de vida como un deseo repentino orinar, que se repite reiteradamente en el día y en la noche. En el mejor de los casos las víctimas de esta dolencia alcanzan a ir al baño, pero en otras ocasiones se produce pérdida involuntaria de orina. “Entre las enfermedades crónicas ocupa el tercer lugar de aparición. Solo la superan la artritis y la sinusitis”, afirmó el especialista.

Las pacientes con VHA ven profundamente deteriorada su calidad de vida, porque la urgencia y la frecuencia urinaria provocan un fuerte impacto emocional, lo cual limita sus actividades. Quienes padecen este mal, además de sentir vergüenza, ven disminuida su autoestima a su mínima expresión, tienen problemas de pareja, y tienden a aislarse socialmente.

De acuerdo con el especialista, una de las causas puede ser el embarazo, porque durante la gestación la cabeza del bebé siempre está presionando un nervio en la pelvis, el cual tiene relación con el control de la función vesical.