Cerca de 30% de las mujeres experimentan episodios de pérdida de sangre y hemorragias vaginales ligeras durante la primera etapa del embarazo.

En el segundo o tercer trimestre es muy raro que ocurra, no obstante, se puede seguir presentando la regla de forma leve, lo cual no se considera algo fuera de lo normal. Aunque estas pérdidas de sangre se asemejan al periodo menstrual, son totalmente diferentes.

¿Cuáles son las causas?

La menstruación se origina cuando el óvulo no es fecundado y el endometrio se desprende de las paredes del útero. Durante esta etapa el cerebro manda señales a los ovarios para que se detenga la regla, con la finalidad de brindar al bebé el entorno ideal para que crezca saludable.

Como consecuencia de ello los niveles hormonales aumentan durante los próximos meses para ayudar al útero a prepararse para alimentar y proteger al bebé adecuadamente.

Sin embargo, si la mujer sigue presentando periodos menstruales regulares, quiere decir que el cuerpo desechará en los próximos meses toda la membrana uterina encargada de alimentar al bebé.

Hemorragias Deciduales

La pérdida de sangre que se presenta durante el embarazo similar al periodo menstrual, se le denomina hemorragia decidual. Durante el embarazo, las hormonas del cuerpo tienden a desequilibrarse, lo que provoca el desprendimiento de la membrana que recubre el útero.

Esto se origina particularmente en las primeras etapas de la gestación, momento antes en que el endometrio se haya adherido por completo a la placenta.

Aunque es un proceso alarmante para cualquier mujer embarazada, estas hemorragias no implican una amenaza para el bebé o para la madre. No obstante, las hemorragias algunas veces pueden ser un signo indicativo de complicaciones relacionadas con el embarazo.

Si detectas que estas hemorragias son abundantes y provocan dolor, consulta de inmediato a tu médico.