El tener pompis grandes ayuda a tener niveles más elevados de leptina (hormona encargada de regular el peso del cuerpo) y adinopectina, (hormona con efectos anti-inflamatorios, vasculo-protectores y anti-diabéticos).

Hijos más inteligentes

El profesor Steven Gaulin, de la Universidad de California de Santa Bárbara, subrayó que los embriones que no son beneficiados con los ácidos grasos poli-insaturados, que se encuentran en las caderas de las madres, reciben una menor cantidad de nutrientes y su rendimiento a nivel intelectual es más bajo.

Un corazón más saludable

El Instituto del Corazón de Texas explica que los ácidos grasos Omega 3 son benéficos para el corazón y tienen acciones antiinflamatorias y anticoagulantes, disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos; también reducen la presión sanguínea, mejorando la salud de las mujeres con estas condiciones físicas.

Eliminan las grasas dañinas

Las mujeres de prominentes caderas son menos susceptibles a las enfermedades cardiovasculares. Científicos de la Universidad de Oxford en Gran Bretaña, explican que el abundante tejido adiposo en caderas y muslos, atrapa las partículas grasas y segrega los compuestos útiles para el organismo.

Una vida más larga

El Centro de la Epidemiología Alimenticia de la Universidad de Suecia, revela que las mujeres con un promedio de cadera de 104 cm tienen una vida más larga, por los beneficios de los ácidos grasos Omega-3, que se acumulan en sus caderas.

Evita la diabetes

Para descifrar por qué la grasa en distintas partes del cuerpo tiene efectos sobre el metabolismo, Ronald Kahn de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard encontró que la grasa subcutánea (alojada en las caderas) mejora la sensibilidad frente a la insulina hormonal, que regula la glucemia y ayuda a evitar la diabetes.