Un curioso momento vivió Liz, una mujer estadounidense oriunda de la ciudad de Seattle, tras tener sexo con su pareja. El orgasmo al final del acto duró más de tres horas, por lo cual la pareja llamó a Emergencias.

Al llegar al hospital, los médicos pensaron que estaba en pleno trabajo de parto por los gemidos que emitía.

Esta joven comenzó a preocuparse cuando la situación se alargó durante más de dos horas y el placer comenzó a convertirse en una sensación molesta. Así, la pareja acudió al hospital y tras la confusión inicial de los médicos, lograron que el orgasmo cesara.

“Empecé a saltar para ver si eso ayudaba en algo”, contó Liz y agregó: “bebía vino a ver si con eso calmaba mi sistema. Traté de todas las maneras posibles para que culminara”.

La historia de esta joven pareja se hizo pública en un programa de la cadena TLC titulado “El sexo me llevó a Urgencias”.