Según registros de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, el año pasado, alrededor de un millón ochocientos mil mujeres recibieron implantes de mama a nivel mundial. Una cifra que aumentó en un 64% desde el año 2000 hasta la fecha, siendo esto una estadística importante para considerar la prevención dentro de este grupo de mujeres.

En cuestiones médicas, los implantes de mama han sido observados durante años, debido a un serio rumor de que producían cáncer de mama. Frente a esta inquietud, el Dr. Julio Dueñas Chacón nos explicó que “los implantes mamarios, sean de silicona o de poliuretano, no tienen mayor riesgo de producir cáncer, sin embargo los implantes de mama sobre todo los que se colocan detrás de la glándula y delante del músculo pectoral (retroglandulares) crean una imagen opaca que impide hacer un diagnóstico adecuado de tejido sospechoso de lesiones precancerosos o cancerosos, es decir podrían ocultar alguna anormalidad frente a un cáncer de mama”.

“En estos casos, el examen que se recomienda es la resonancia magnética y no la mamografía tradicional, ya que existe el riesgo de dañar los implantes debido a que en un examen de mamografía se comprime la mama”, manifestó el Dr. Julio Dueñas.

En conclusión, las mujeres que se han sometido al aumento de seno, deben tener cuidados especiales y evaluaciones periódicas para evitar problemas en la salud. Una mujer que quiera implantes debe antes pasar por un chequeo exhaustivo para descartar factores de riesgo, sobre todo genéticos, por ejemplo si hay historial de cáncer de mama en la familia.

Acerca del cuidado que deben tener las mujeres con implantes para prevenir el cáncer, aparte de la resonancia, los cuidados son los mismos que los de una mujer que no tiene implantes. Esto significa que el chequeo de mamas debe ser anual y no olvidar el autoexamen.