El contacto de las bocas, la saliva y los fluidos pueden acarrear complicaciones, desde infecciones leves hasta afecciones crónicas. Conoce las enfermedades más comunes que se transmiten por besos.

Caries

Muchas de las bacterias que provocan el deterioro dental pueden llegar a tu boca a través de besos. Lo positivo es que la saliva, propia o ajena, si es saludable, lucha contra bacterias, virus y hongos

Mononucleosis

Conocida como la “enfermedad del beso”, porque su principal vía de trasmisión es la saliva, la mononucleosis es una infección viral con alta incidencia en adolescentes. Los síntomas son, entre otros: fatiga, falta de apetito, dolor de cabeza y fiebre alta. La clave para recuperarse es descansar mucho y hacer gárgaras con agua y sal para aliviar la irritación de la garganta.

Citomegalovirus

Es una infección viral con síntomas y forma de trasmisión similares a la mononucleosis: a través de saliva, fluidos y sangre. Los síntomas se parecen a los de una gripe fuerte, y, aunque no suele transformarse en un mal mayor, sí trae complicaciones a las embarazadas.

Gingivitis

Aunque es una enfermedad bacteriana que afecta la placa dental y no se define como “contagiosa”, según la American Dental Association, si besas a una persona con gingivitis, y no cuidas tus dientes, las bacterias que llegan “de visita” a tu boca pueden comenzar a lesionarlos.

Infección por estreptococo

Conocida también como “strep disease”, esta enfermedad bacteriana contagiable a través de besos causa una infección en la garganta. La Biblioteca Nacional de Medicina explica que genera plaquetas, dolor de garganta y síntomas similares a los de una angina.

Enfermedades de trasmisión sexual

Según la American Social Health Association, está documentado que los virus de enfermedades como la gonorrea, el mismo herpes y la sífilis pueden estar presentes en la saliva. Por lo que, afirman, pueden contraerse a través de besos.

Hepatitis B

Aunque la mayor cantidad del virus de la hepatitis B está en la sangre, también puede estar presente en la saliva. Y el contagio suele ocurrir cuando dos fluidos de riesgo se encuentran: la sangre infectada y la saliva de una herida bucal.