Por una parte, esto es algo totalmente comprensible, ya que el cuerpo en cuarentena reduce la libido debido a que segrega una hormona en particular, llamada prolactina, que se encarga de producir la leche materna.

Sin embargo, este proceso solo tiene lugar durante la lactancia, por lo que tras unas semanas, el cuerpo se libera de esta sensación y puede volver a sentir excitación sexual.

Por otra parte, muchas mujeres tras el parto viven una experiencia física radicalmente diferente y nueva, por lo que es posible que su sensibilidad varíe. Esto hará que una mujer se enfrente a las primeras relaciones sexuales tras superar la cuarentena con una mayor sensibilidad.

En este sentido, estos cambios físicos que vive una mujer embarazada pueden provocar que algunas acusen una falta de confianza en su cuerpo y que sientan algún complejo que antes no tenían. No sentirse sexualmente atractivas, de hecho, suele ser el principal motivo por el que muchas mujeres postergan reanudar su vida sexual.

Lo que se aconseja en estos casos es una buena comunicación en caso de tener una pareja, ya que esta es una causa más de entre muchas que a lo largo de la vida moldearán nuestra figura, lo que no debería afectar a mantener unas saludables relaciones íntimas.

En otros casos, también de manera comprensible, muchas madres y padres están exhaustos con la llegada de un primer o nuevo bebé. Aunque duerman un considerable número de horas, lo cierto es que los recién nacidos requieren una gran atención por parte de sus cuidadores y eso hace que cuando llegan las horas en las que se podría tener más apetito sexual, los padres solo quieren descansar y relajarse.

Sea como sea, si no se experimenta ningún deseo sexual pasado un tiempo o si se siente algún dolor o dificultad durante el coito, conviene acudir a un especialista. Brandon Páramo

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