Si lo tuyo son los jeans bien ajustados o te gusta hacer deportes de seguro pensaste en usar tampones. Sin embargo, es probable que sientas desconfianza si es la primera vez. Pero hay buenas noticias: muchos de estos miedos son infundados.

Ante todo debes saber que los tampones son hechos de algodón comprimido de forma cilíndrica para que así puedas introducirlo en la vagina. Una vez dentro, absorben la sangre sin mayores complicaciones.

La pérdida de la virginidad es uno de los principales miedos. De plano esto es falso ya que el himen, membrana que poseen las mujeres vírgenes, es muy elástico y se estira con facilidad permitiendo la entrada del producto.

Otro temor que se suele relacionar con el uso de éstos es el dolor. Al respecto, es posible que lo sientas incómodo al insertarlo por primera vez, pero las molestias disminuirán conforme pase el tiempo. Al quitarlo habrá algo de incomodidad ya que se habrá expandido y será mucho más grueso.

Lo recomendable es quitarlo despacio y sin pausa para evitar molestias, informó VidaySalud.com.

Mucha oferta y poca seguridad. Hay mucha variedad de marcas y elegir uno quizá se te haga difícil al comienzo. Los hay con aplicador, punta redondeada, gel y de diferentes tamaños. Te recomendamos empezar con uno delgado y con aplicador de plástico, ya que se deslizan mejor.

Asimismo, no olvides cambiar el tampón cada cuatro horas aproximadamente. De lo contrario corres riesgo de contraer una infección. Existen casos de mujeres que olvidan extraerlo e introducen uno nuevo dentro, junto con el otro. Recuerda hacerlo con calma.

Por último, si sientes que tu cuerpo lo rechaza y estás muy irritada o con picazón lo mejor es es que dejes de usarlo y sigas utilizando las toallas higiénicas.