A pesar de que constantemente se avanza en la investigación sobre las causas, prevención y tratamientos del cáncer, hasta el momento no se conocen medios efectivos para impedir que se produzcan ciertos efectos secundarios de sus tratamientos, como la caída del cabello.

Adelantarse a los cambios

La segunda ó tercera semana de tratamiento. Por eso se recomienda ir cortándose previamente el pelo, para ir acostumbrándose a la nueva imagen.

Una correcta higiene

Utilizar siempre un champú suave, lavar el cabello con agua templada (nunca con agua caliente) y no frotar el cuero cabelludo son consejos muy valiosos para mimar la fibra capilar. El uso de mascarillas ayudará a hidratar el pelo.

Máxima protección

Cuando se produce una caída total del cabello, hay que prestar una especial atención a la protección e hidratación del cuero cabelludo. Se debe evitar la exposición al sol, y también al frío. Usar siempre protección solar y aplicar crema hidratante.

Dieta equilibrada

La propia enfermedad, así como los tratamientos oncológicos, pueden ir asociados a déficits alimentarios y al incremento del gasto metabólico. Esto puede redundar negativamente también en la salud del pelo, por lo que es importante tratar de mantener una dieta equilibrada durante el proceso.