Actualmente las costumbres y tendencias debido a la “falta de tiempo”, a las reuniones de trabajo después del colegio o la universidad o al sitio de previos, nos dirigen casi siempre a mirar un fast food. Las exigencias en los colegios o institutos son cada vez mayores, lo que lleva a pasar más tiempo fuera de casa sin tener horarios fijos de comidas y consumiendo lo que el tiempo y el bolsillo alcance.

En casa a veces la situación no es diferente, ¿que pide papá mientras mira televisión o está reunido con sus amigos? claro los famosos piqueos o un rico pop corn, si es con mantequilla mejor. A veces suena risorio que los adultos critiquemos por ese tipo de alimentación, si cuando eras más chica tus fiestas infantiles eran celebradas en locales de comida rápida y cuando te reúnes en casa en las noches para “estudiar” tus papis piden delivery, aprovechado los martes y jueves que están de oferta.

El consumo frecuente de esta comida ocasiona el envejecimiento de la piel por una carencia de vitaminas adecuadas y un consumo alto de toxinas; problemas cardiovasculares en la adultez, esto por el alto contenido de grasas saturadas; entre otras enfermedades. Claro tu dirás “soy joven eso no me va pasar”, es verdad, no te pasará ahora pero si cuando seas mas grande.

Pero existe algo que si puede afectarte ahora y es el sobrepeso o la obesidad, ósea que para la Pre-Prom o la Prom posiblemente ese vestido que ahora te queda bien te ajuste ese día o simplemente no te quede. Así que piensa antes del siguiente bocado o antes de marcar el delivery. Nadie dice que no coman “chatarra” de vez en cuando, pero todo exceso es malo.