En principio, el problema de las uñas amarillas se debe al daño de los esmaltes que utilizas. Deben ser de buena calidad. Aún así, los colores oscuros tienden a causar más daño a la superficie de la uña, y eso se traduce en un feo color.

Es por ello que es bueno dejar descansar las uñas algunos días. Para ello, simplemente déjalas sin pintar y sin ningún producto por unos días. Eso hará que la uña respire y se reponga de la agresión de los químicos.

Si quieres quitarte antes el color amarillento, prueba masajear las uñas con aceite de oliva, apenas entibiado. Otro truco es frotar medio limón una vez al día por las uñas, y luego puedes sumergirlas unos pocos minutos en leche.

Mezcla cinco cucharadas de vinagre en una taza de agua, remoja tus uñas por cinco minutos. Otra idea es limpiar las uñas con un bastoncillo de algodón remojado en agua oxigenada. Lo que nunca debes hacer es limar lo amarillo, ya que sólo debilitarás aún más tus uñas.