Los investigadores de la Universidad de Tel Aviv han descubierto en un estudio que introducir un postre (por ejemplo, un trozo de tarta de chocolate) en un desayuno equilibrado de 600 calorías, que incluya proteínas y carbohidratos, puede ayudar a perder más peso y mantenerlo a largo plazo, según informa ABC.es.

Y es que, según explican en dicho estudio la clave está en complacer al cuerpo desde primera hora de la mañana, cuando el metabolismo está más activo y tenemos más tiempo para quemar las calorías durante el día.

Durante el transcurso del estudio, cuyos detalles se han publicado en la revista ‘Steroids’, los participantes que comieron el postre en el desayuno (galletitas, pasteles o chocolate) perdieron una media de 18 kilos más que el grupo que evitó estos alimentos, y consiguieron mantener este peso durante más tiempo.