Con la evolución de esta rama científica y la creciente preocupación por la imagen, cada vez son más los procedimientos que se realizan, y menos las precauciones que se toman en cuenta a la hora de realizar operaciones. Aquí, una lista de mitos que se han construido en torno a determinadas intervenciones:

La cirugía estética siempre se nota: En procedimientos bien realizados, pasa inadvertida y solo se percibe una mejoría en el aspecto del lugar tratado. El cirujano debe buscar siempre resultados naturales.

Hilos de oro: Rejuvenecen sin operación; en realidad, esto no sirven para nada en casos de flacidez. Su uso está indicado como complemento para la tensión facial, más no como un tratamiento concluyente.

¿Los implantes mamarios entorpecen las mamografías y aumentan el riesgo de cáncer de mama? Falso. Si bien es necesario avisar al técnico radiólogo algún problema antes de realizarse el procedimiento, el resultado de la mamografía es el mismo al que se obtiene en una mujer sin cirugías.

¿Las cicatrices pueden eliminarse por completo? Falso. El lugar por el que pasó el bisturí siempre quedará una marca, más o menos visible según el tipo de piel, por la influencia genética y el cuidado intra y post-operatorio.