Todas hemos tenido una amiga así: esa que es mitad humano mitad harpía, siempre pendiente del momento en el que te equivocas para salir corriendo a decirte “te lo dije”, a restregarte en la cara tu equivocación, siempre mirando y evaluando por encima del hombro toda tu vida.

Esa “amiga” cuya presencia te agobia y cansa, esa que tus parejas te han dicho que no se parece en nada a ti y que tu con cara muy amable has defendido diciendo “es que nos conocemos de toda la vida”, la que te ha dado más ratos amargos que buenos momentos.

Si desde hace años esa chica es un constante conflicto en tu vida, una presencia molesta que se parece más a una espinita clavada en el dedo que a un ser querido ¿por qué continuar con ella?.

Es momento que te liberes de esa presencia, no hace falta hacer un gran escándalo por ello, simplemente debes marcar la distancia necesaria para que ella se de cuenta de que no tiene más espacio de acción en tu vida.

Todas tenemos el derecho de elegir a las mejores personas para estar en nuestra vida y apartarnos de aquellas que consideramos que no solo no aportan nada bueno si no que además llenan nuestro entorno de pésimas energías.

Anímate y quédate solo con aquellas personas que te han mostrado su fidelidad, cariño y verdadera amistad, cómo dirían las abuelas “mejor calidad que cantidad” o en otras palabras es preferible tener poco pero bueno.

Fuente: Nosotras