Hay diferentes formas y distintas maneras de cuidarlos, las mujeres deben tener presente que esta parte del cuerpo es muy delicada y hay cosas necesitan saberse.

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1. Los pezón-gasmos existen.

“Algunas personas sí que experimentan orgasmos únicamente a través de la estimulación de los pezones” según cuenta a Buzzfeed en un correo electrónico la doctora Debby Herbenick, autora de “The Coregasm Workout” (Seal Press, 2015).

Aunque para mucha gente los pezones no son ni siquiera la parte más sensible del pecho. Algunos estudios muestran que la parte superior, lateral o inferior de los senos puede ser más sensible para algunas personas, cuenta Herbenick.

2. Los pezones pueden tener muchas formas, tamaños y colores diferentes.

Oscuros, claros, rosados, marrones, grandes, pequeños. ¡Todos son normales! Si quieres ver algunos ejemplos de tan gloriosa variedad.

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3. Los pequeños bultos que se encuentran en la areola se llaman glándulas areolares, o glándulas de Montgomery.

Reciben su nombre por William Montgomery, quien fue el primero en describirlas en una publicación científica en 1837. Ah, y son totalmente normales. No hay por qué preocuparse.

Con respecto a por qué existen… Bueno, no está totalmente claro. “Pueden segregar un poco de fluido, pero en general no tienen ninguna función”, cuenta Elisa Port, doctora en medicina y jefa del departamento de cirugía mamaria en el Centro Médico Monte Sinaí y codirectora del Centro Mamario de Dublín en el Monte Sinaí, a Buzzfeed Life. “Algunas personas piensan que es posible que los bebés las usen para encontrar el camino hasta el pezón, gracias a su textura”, afirma. Pero es solo una hipótesis.

4. Algunas personas tienen los pezones invertidos.

Significa que en vez de apuntar hacia afuera, los pezones se encuentran detrás de la piel y apuntando hacia adentro. Algunas personas se los operan para “arreglarlos”, pero es una decisión estética, según cuenta Port.

5. Dar de mamar puede ser un infierno para tus pezones.

Los pezones agrietados, sangrantes y doloridos a causa de dar de mamar no son necesariamente un problema de salud, pero pueden ser muy dolorosos (y hacer que no quieras volver a pasar por ello). “Hablo con mis pacientes sobre un montón de cuidados para los pezones”, cuenta O’Connell. Puedes usar Lanolin (o una pomada similar) para mantenerlos hidratados entre sesiones. Si nada funciona vale la pena ir a tu médico para que compruebe si tienes una infección por hongos. “Es fácil de tratar, pero necesita diagnosticarse primero”, explica O’Connell White.

6. Los cambios en tus pezones pueden ser una advertencia y síntoma de cáncer de mama.

“Cuando hablamos con nuestros pacientes sobre los signos de cáncer nos referimos a bultos, hoyuelos en la piel y cambios en los pezones, tales como costras, pústulas, endurecimiento del pezón, inversión repentina, y son todos signos de advertencia”, cuenta Port. Ve a ver a un médico si tienes alguno de estos problemas.