Las relaciones muy intensas, el exceso de fricción o la falta de lubricación son causas frecuentes que no representan un problema de salud serio.

Pero hay otras que sí son peligrosas y que requieren atención y tratamiento médico inmediato. Aquí te decimos cuáles son.

1. Una enfermedad de transmisión sexual (o ETS). Dos enfermedades de este tipo, muy comunes, son la gonorrea y la clamidia. Ambas pueden causar sangrado después de la relación sexual. El sangrado también puede coincidir con secreción vaginal, irritación en el canal de la vagina, o sensación de ardor al orinar.

2. Vaginitis. Se trata de una inflamación en la vagina que puede tener diferentes causas (infección por bacterias, hongos, parásitos como las tricomonas; una reducción de los niveles de estrógeno después de la menopausia; o una reacción a alguna sustancia que te irrite). La vaginitis puede causar un sangrado ligero que se empeora después de las relaciones.

3. Cervicitis. La inflamación de la cérvix (o cuello del útero), además de sangrado después de las relaciones, puede detectarse por la presencia de una secreción amarilla o grisácea, maloliente, así como de dolor al orinar. Una de las causas más comunes de la cervicitis es una reacción alérgica al látex o a un espermicida, aunque también puede tratarse de una infección viral o bacteriana.

4. Enfermedad pélvica inflamatoria. Ocurre cuando las bacterias se movilizan desde la vagina o el cérvix hasta el útero, las trompas de Falopio, los ovarios o la pelvis. Muchos casos de enfermedad pélvica inflamatoria se deben a las mismas bacterias que causan la clamidia y la gonorrea. Pero no todas los casos de EIP se producen por una enfermedad de transmisión sexual.

5. Endometriosis. Es una condición dolorosa en la que el tejido que recubre el útero crece fuera de éste. Un sangrado entre ligero y moderado puede ser uno de sus síntomas, además de períodos muy dolorosos e intensos, dolor en la pelvis, en la parte baja de la espalda y también al defecar. Es importante tratar la endometriosis pues puede causar infertilidad.

6. Cáncer cervical. Si te haces la prueba citológica regularmente, y ha resultado negativa, es poco probable que ésta sea la causa de tu sangrado. Pero no te confíes, especialmente ya estás en la menopausia. Lo mejor es consultar con el ginecólogo y descartar la presencia de células cancerosas en el cérvix.

El sangrado después de una relación sexual puede tener otras causas, como la presencia de pólipos o que la mujer esté recibiendo terapia de reemplazo hormonal.

Pero las seis que te mencionamos anteriormente requieren atención médica inmediata. No te quedes con la duda si encuentras sangre después de una relación sexual y esto se repite con frecuencia.