Si tenemos una autoestima elevada, estaremos preparadas para darle la bienvenida a la vida y a los cambios, sabiendo que nuestras respuestas ante las circunstancias serán siempre constructivas y enriquecedoras.

¿Cómo se logra? Evidentemente con mucha paciencia, práctica, tiempo y dedicación. Si nunca hemos tenido mucha autoestima, necesitaremos enfocar toda nuestra atención para desarrollarla, ya así formar los pilares de nuestra felicidad.

1.- Deja de criticarte

La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Acéptate exactamente tal como eres. Todo el mundo cambia. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te apruebas, tus cambios son positivos.

2.- No te asustes

Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir. Busca alguna imagen mental que te produzca placer e inmediatamente reemplaza el pensamiento aterrador por uno agradable. (Mira lo bueno de cada situación, deja de buscar el punto negro en la sábana blanca).

3.- Sé amable, apacible y paciente

Se amable contigo. Pórtate bien contigo. Ten paciencia contigo mientras aprendes esta nueva forma de pensar. Trátate como tratarías a una persona a la que verdaderamente amas.

4.- Sé tolerante con tu mente

El odio a uno mismo, es el odio a los propios pensamientos. No te odies por tener los pensamientos que tienes. Cámbialos suavemente. (A mí me funciona mucho cada vez que tengo un pensamiento que no es mío decir: reconozco que este pensamiento no es de Dios o también digo: reconozco que este pensamiento no es mío no me corresponde, no lo quiero, amada presencia, asume el mando).

5.- Elógiate

La crítica destruye el espíritu interior. El elogio lo construye. Elógiate todo lo que puedas. Alábate por lo bien que haces las cosas, por más insignificantes que sean. (Claro, tampoco se trata de que pierdas las perspectiva de la realidad, todo con su modo, en realidad es más que todo que no te juzgues tanto y si algo pasó la siguiente será mejor y así).

6.- Bríndate apoyo

Busca formas de apoyarte. Recurre a tus amigos y déjate ayudar. Es muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se necesita.

7.- Sé indulgente con tus aspectos negativos

Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora estás encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas necesidades. De modo que deja amorosamente que las viejas pautas negativas se vayan.

8. – Cuida tu cuerpo

Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de combustible necesita tu cuerpo para tener una energía y vitalidad óptimas? Infórmate sobre las distintas modalidades de ejercicio físico que existen. ¿Qué tipo de ejercicio le gustaría hacer? Cuida, mima y venera el templo en el que vives.

9.- Trabajo con el espejo

Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti. Perdónate mirándote en el espejo. Conversa con tus padres mirándote en el espejo. Perdónalos también. Al menos una vez al día di: “Te quiero, realmente te quiero”.

10. – ¡Hazlo ya!

No esperes a sentirte bien, ni a perder peso, ni a tener el nuevo empleo o la nueva relación. Empieza ahora a hacer cosas y hazlas lo mejor que puedas.

Recuerda que el perdón empieza por uno mismo. ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!

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