Si eres afortunada en tener una silueta reloj de arena y presumir de armonía entre hombros, cintura y caderas, puedes optar por cualquier tipo de vestido para verte esbelta. Si además tienes una altura considerable, puedes atreverte con un largo midi muy años 50 y 60.

En el caso de tener una silueta triangular, en la que se precisa neutralizar las caderas y potenciar los hombros evita el vestido tubo muy ceñido, lejos de favorecer va añadir más volumen.

¿Y si soy un triángulo invertido? En este caso, el objetivo es a la inversa. Neutralizar los hombros anchos y potenciar las caderas. Por esta razón, apuesta por vestidos sinuosos, y con poco volumen en la parte superior. El palabra de honor tampoco favorece. Opta por un escote ovalado o pico.

Para las que tengan una silueta rectangular, y el objetivo sea definir la cintura, el vestido ideal es aquél con corte en esta zona. Evita el vestido tubo porque puede acentuar la falta de cuervas y opta por modelos con falda vuelo que ayudará a potenciar las caderas.

¿Qué pasa con la silueta ovalada? Finalmente, este tipo de figura que necesita estructuración ya que se caracteriza por tener unas curvas redondeadas. Para ello, son recomendables los tejidos con caída y peso para estructurar, y formas lineales.

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