“Mi inspiración surgió de una visita a Iquitos, una ciudad bellísima, de sus casas estilo europeo, llenas de azulejos, con un bulevar que mira al Amazonas, donde se pueden ver los delfines rosados”, señaló en entrevista Dávila, quien es embajador de la Marca Perú.

Recordó que muchos europeos se establecieron en Iquitos en busca de hacerse ricos con la explotación del caucho, entre ellos sus bisabuelos, y se quedaron a vivir en Perú, algunos de los cuales se casaron con indígenas.

Algunos, agregó, se convirtieron en banqueros o comerciantes, durante lo que se conoció como la fiebre del caucho en Perú entre finales del Siglo XIX y principios del XX, causando transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales en Loreto, sobre todo en su capital Iquitos.

“Iquitos es un puerto muy importante, donde empieza el Amazonas”, destacó el diseñador, que propone vestir al hombre y la mujer con piezas casuales urbanas de fibras naturales, confeccionadas con algodón Pima y Lanilla que produce su país, algunas mezcladas con seda.

Dávila se decantó por tonos de verde que se pueden apreciar en la selva amazónica, el rosado de las casas y los delfines, el azul de los azulejos pintados a mano y traídos desde Italia y Portugal, los tonos camello y hueso, así como impresos inspirados en los animales y vegetación que habitan la zona.

El peruano presentó una colección para la mujer con dominio del vestido cóctel de manga corta, algunos con escotes y muy cortos, pero también con los cómodos y ya indispensables pantalones.

“Son piezas para que la mujer se pasee por el club, o por las calles de las ciudades de Río, Miami o Nueva York, porque es una mujer que vive en contacto con las tres américas: América del Sur, Centroamérica y América del Norte”, indicó Dávila.

“Mi colección está compuesta por piezas frescas, propias de climas cálidos” indicó el peruano, que el próximo 1 de diciembre celebra sus diez años en la industria de la oda con una presentación en el teatro municipal de Lima. EFE

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