La diferencia entre ellas y las demás es la manera en la que se manejan y desenvuelven en la vida.

No se trata de tener el cuerpo de una supermodelo o la cara de una actriz de la Época de Oro del Cine, sino de confiar en ti misma y saber utilizar tus atributos a tu favor.

Todo empieza en la mente. Si estás convencida de que no hay nada que te detenga, nada podrá ponerse en tu camino. Obviamente hay otros factores que influyen en la manera en la que nos percibimos a nosotras mismas, pero todo empieza por dentro.

Toma nota

Tu cuerpo: No se trata de conseguir el cuerpo que ellos desearían que tuvieras, sino de trabajar en ti misma para que te sientas más segura. Además, tu vida sexual también mejorará porque no tendrás que preocuparte por cómo te ves.

Tus atributos: Si tienes grandes atributos, no tienes por qué esconderlos. ¡Deberías acentuarlos! Esto no significa que enseñes demasiado, sino que sepas lo que tienes y le sepas sacar beneficio.

El lenguaje corporal: El lenguaje corporal y la seguridad hacen toda la diferencia entre una mujer que sabe lo que quiere y una que se conforma con cualquier cosa. Encuentra propio lenguaje corporal y ponlo en práctica en todo momento.

El olor: La fragancia ideal puede hacerte sentir súper sexy. No se trata sólo del perfume, sino de las cremas y productos para el cabello. Encuentra la dósis ideal para que empieces a sentirte más segura de ti misma.

La ropa: Tienes que usar ropa que te haga sentir bien contigo misma. No se trata de enseñar demasiado, sino de usar algo que te haga sentir bien a ti y a nadie más. La diferencia es que en cuanto empieces a sentirte segura con tu imagen, comenzarás a transmitir sensualidad donde quiera que estés.

La ropa interior: Todas tenemos una pieza de ropa interior que guardamos para ocasiones especiales y en el momento en que nos la ponemos, nos sentimos extremadamente atractivas. ¿Por qué no tener únicamente ropa interior que te haga sentir así?

El cuidado: Si dejas que pasen semanas para depilarte las piernas, sólo estás afectando tu propia imagen corporal. Por el contrario, si mantienes el orden en todo tu cuerpo, te sentirás bien contigo misma, lo que te hará manejarte de una manera más atractiva.

Tu sexualidad: Si quieres convertirte en la mujer más sexy, tienes que empezar enamorándote de ti misma, especialmente de tu sexualidad. Tienes que pasar tiempo a solas conociendo tu cuerpo y saber lo que más te gusta. ¡Consiente a tu sexualidad y tómate el tiempo de conocerte más!