La infidelidad es una de las causas más frecuentes de las rupturas amorosas. De hecho 41,0% de los matrimonios se separan por este motivo. El porcentaje de separaciones por el engaño de uno de los conyúges disminuyen cuando las parejas deciden perdonar y seguir adelante con la relación.

1.¿Confesar o no confesar?:

Si el “affair” fue sólo una vez y no tuvo ninguna importancia para ti, quizás es mejor quedarse callado. Aunque se podría pensar que el “culpable” cargará un gran peso en su conciencia, contar lo ocurrido podría sólo dañar la relación y destruir la confianza. Pero si sientes que no puedes cargar con tu conciencia, quizás es mejor confesar.

2.¿Trabajar en la relación o terminar?:

La infidelidad casi siempre es un indicador de que algo falta en la relación. Si este es el caso, debes decirle a tu pareja cómo te sientes y trabajar en eso que está fallando. Quizás la infidelidad puede llegar a ser un aprendizaje. Por otro lado, el engaño puede ser la forma en que te des cuenta que la relación no da para más y que ya no hay el mismo compromiso de antes.

3.Acepta las consecuencias:

Independientemente de si confiesas o no, debes tener en cuenta que cada acto tiene una consecuencia. No puedes esperar, que al ser descubierto o confesar tu error, te perdonen. Si juntos deciden superar este obstáculo, debes dar espacio a tu pareja y tiempo para sanar. Además, debes darle la tranquilidad constante de que has aprendido de tu error y estás dispuesto(a) a seguir adelante con honestidad y fidelidad.

4.Perdónate a ti mismo.

Todos cometemos errores, por ello, en lugar de recriminarte y castigarte, perdónate para que puedas sentirte liberado. Mientras sigas siendo responsable de tus actos, este hecho puede ayudarte a encontrarte a ti mismo, crecer y aprender del error, para ser un mejor partner en tu relación actual o en la siguiente.