Sarah Lazarovic, una periodista canadiense y especialista en contenidos digitales, decidió embarcarse en su particular “dieta shopping” el 1 de enero de este año y no comprar ni una sola prenda de ropa.

Desde entonces no solo se siente mejor, sino que ha creado un diario visual en el que recoge con dibujos las prendas que hubiera comprado y las acompaña con reflexiones sobre el significado de consumir en una sociedad inmersa en una profunda crisis económica.

Escogió llevar a cabo esta iniciativa ante la evidencia de que estaba comprando demasiada “ropa-basura”, que realmente no necesitaba y descubrió que la experiencia “no es tan dura como parece”, además de lo “gratificante” de darse cuenta de que “realmente no es necesario comprar cosas nuevas constantemente”.

Para la periodista, en esta dieta todo son ventajas, ya que ayuda a las personas a incrementar su “conciencia como consumidor” en una época caracterizada por el abierto 24 horas y en el que comprar por internet es tan fácil “como respirar”.

Esta experiencia es similar a “The Great American Apparel Diet”, un proyecto que juega con el nombre de la más “indie” de las marcas de moda en Estados Unidos, y que propone a sus seguidores no comprar ninguna prenda durante 365 días a excepción de calzado, accesorios y ropa interior.

El reducido número de prendas obliga a escogerlas con cuidado, y derrochar toda la imaginación posible en la elección de los complementos, que se pueden utilizar tantos y tan variados como se quiera.

La clave está en los complementos (zapatos, joyería, cinturones, pañuelos, bolsos) que pueden dar una apariencia totalmente distinta a las mismas prendas, según señalan algunos de sus participantes en la web. EFE