Ocean Ramsey es una modelo de 27 años con una figura que le haría pasar por actriz de Hollywood, pero su nombre se ha dado a conocer por un motivo distinto: jugarse la vida buceando junto a tiburones blancos.

“Quiero contribuir a disipar el miedo irracional de la gente hacia los tiburones y difundir cuál es su comportamiento real y su decisivo papel en el ecosistema marino”, dijo Ramsey en una entrevista con Efe.

“Los estamos exterminando. El ser humano solo protege lo que ama, y solo ama lo que entiende. La gente no entiende a los tiburones. Quiero cambiar eso”, añadió.

Esta residente de Oahu (Hawái) afronta su cuarto año haciendo estas actividades con todo tipo de tiburones por todo el mundo, pero su misión logró notoriedad cuando un video en YouTube, que cuenta con casi 2 millones de reproducciones y muestra su encuentro en octubre con estos animales en las aguas de Baja California, puso su historia en el punto de mira de los medios.

Desde entonces esta conservacionista y profesora de buceo, que detalla todas sus iniciativas desde la página web Waterinspired.com, ha sido bautizada por los medios como “la mujer que susurra a los tiburones.

En el video se aprecia a Ramsey, que asegura ser capaz de mantener la respiración bajo el agua cerca de seis minutos, completamente relajada y sin protección alguna, buceando agarrada de la aleta dorsal de estos peces de más de cinco metros y feroces mandíbulas.

Su reto es demostrar que los escualos poco tienen que ver con la imagen agresiva que les acompaña desde que Steven Spielberg provocara pesadillas y terror al agua con su película “Tiburón” (“Jaws”, 1975).

“Están en peligro de extinción y la gente no lo sabe. Ojalá la gente contribuya en la lucha por su preservación”, indicó.

Además defiende que los “infrecuentes” ataques sobre surfistas se deben, principalmente, a que los tiburones confunden la forma de las personas sobre las tablas con presas naturales como focas y otros animales marinos.

Ha dedicado su vida a ello. Creció haciendo surf y buceando en las playas de Hawái y San Diego. Su melena rubia pasa más tiempo dentro que fuera del agua. Estudió biología marina y ha trabajado en distintos acuarios cuidando de tiburones y rayas.

“Cruzar la mirada con ellos es una experiencia increíble. El momento el que te reconoce, te mira, te siente… hace que tus sentidos estén a flor de piel. Cuando vuelvo al barco me siento triste pensando que tal vez sea la última vez que les vea”, concluyó. EFE