Desde que celebraron su enlace matrimonial, en 2002, Máxima de Holanda ha sabido vencer con cercanía las reticencias derivadas de ser hija de un antiguo ministro del régimen de Jorge Rafael Videla en Argentina.

Calificada por los expertos como una de las princesas más elegantes de Europa, Zorreguieta pasó de empresaria de éxito a pertenecer a una de las monarquías más importantes de Europa con sencillez y espontaneidad.

Su estilo, una simbiosis de sencillez y “glamour”, lo demostró desde el mismo día de su boda, ataviada con un vestido de Valentino color marfil aunque con el devenir de los actos ha ido utilizando colores más llamativos conjuntados con llamativos sombreros y tocados.

Su elegancia ha generado comparaciones con los estilos de Jackie Kennedy o Carolina de Mónaco, pero la futura reina holandesa también luce modelos de todas las casas de moda europeas.

En familia, Máxima Zorreguieta no duda en vestir pantalones y camisas cómodas, sobre todo blancas, aunque siempre apuesta por un toque “chic” en complementos como zapatos o bolsos.

Para otros momentos, la futura reina de Holanda no ha dudado en vestir ajustados vestidos monocromáticos de palabra de honor, un escote que luce con asiduidad y que deja despejados cuello y hombros, un estilo que le favorece a su figura.

Zorreguieta apuesta también por recogidos que hacen que las tiaras y collares de la monarquía holandesa brillen con más fuerza. Unos modelos acompañados siempre por su sonrisa, su mejor complemento. EFE