Macry Vélez es un caso especial, esta hermosa modelo decidió un día que quería ser reina y así lo hizo; a diferencia de la mayoría de mujeres que comienzan una carrera en el modelaje, después de participar en el concurso nacional de belleza, Macry invirtió la fórmula, lo cual le ha legado, en sus propias palabras “lo mejor de dos mundos”, por un lado la sobriedad y elegancia del protocolo, y por el otro, la espontaneidad y sensualidad de las pasarelas de moda.

Su sueño siempre fue ser modelo. Tuvo que esperar hasta terminar el colegio para que sus padres le dieran el permiso para empezar a hacerlo asiduamente, desde entonces siempre ha sido su principal pasión, algo que se toma en serio y al mismo tiempo disfruta.

Disfruta trotar, comer dulces y ama el mar: “yo creo que Medellín sería la ciudad perfecta si tuviéramos playa”, asegura.

Además de sensual y apasionada, también es emprendedora; como propietaria del centro de bronceado Soler ubicado en Medellín, se puede decir que esta hermosa colombiana no solo es modelo, sino también empresaria.