Kim Kardashian fue vista haciendo compras en Beverly Hills. Si bien está embarazada de su primer hijo, así que muchas cosas relacionadas con su silueta pueden ser perdonadas en este momento, el vestido blanco y negro que eligió para la ocasión no le hizo ningún favor.

La solialité que se ha caracterizado por lucir en su mayoría de apariciones muy elegante y acertada, esta vez desatinó con un look que no le favorecía en lo más mínimo.