Recibir un Oscar a la mejor actriz con solo 22 años es suficiente motivo para perder los nervios, pero en el caso de Jennifer Lawrence, sufrir situaciones bochornosas ya empieza a ser un hábito en ella.

Su vestido de alta costura de Dior le jugó una mala pasada: cuando sonó su nombre como ganador, subió emocionada la escalinata para recibir el premio, se lo pisó y cayó ante una audiencia de millones de personas en el mundo.

Otro Dior, otro percance

El tropiezo hubiera quedado en una mera anécdota si no fuera porque Jennifer Lawrence también sufrió otro percance en los premios del Sindicato de Actores, donde también fue elegida mejor actriz.

En esa ocasión, otro Dior fue objeto de su trance: cuando se levantaba para ir a recibir el premio, el vestido se ‘desmontó’, dejando a la vista sus muslos a través de una fina combinación.

¿Será que es hora que la joven actriz cambie de diseñador?