Para el evento ofrecido por Graydon Carter, la protagonista de Los Juegos del Hambre cambió su elegante traje de alfombra roja de Dior por un audaz mini vestido de Tom Ford que requería no llevar ropa interior.

El vestido tenía un toque metálico y unos paneles transparentes a los lados, y en la amplia espalda que dejaban a la nominada a un Oscar muy expuesta en los muslos y el área del entrepierna. También alteró su maquillaje llevándolo de ojos felinos a unos más sexys y ahumados.