La pequeña no tiene una infancia común, sino que su día a día transcurre diseñando su propia línea de joyas, tomando rayos ultravioleta y realizando sesiones de fotos.
Lo único que tiene en común Isabella con el resto de niños de su edad es que le gusta coleccionar osos de peluche y la música de Justin Bieber, por lo demás su vida es de lo más excéntrica.
Gracias a los polémicos concursos de belleza infantiles, tan de moda en los Estados Unidos, la pequeña de 6 años se ha convertido en millonaria. Su vida transcurre entre sesiones de peluquería, rayos y demás cuidados de belleza, propios de una supermodelo, mayor de edad.
Es tal la fama de Isabella, que incluso tiene una línea de joyas propia y como afirma en el periódico The Mirror: “Le encanta ser la jefa”. Aseguran que tiene tanto dinero en su cuenta corriente como para asegurarse el resto de sus días.
Hay muchas críticas entorno a este tipo de concursos donde se denuncia la explotación infantil por parte de los padres y el robo de la infancia a unos niños que aún no saben lo que está bien o mal.
Lo que es seguro es que el dinero y la fama han cambiado a la pequeña, para la que antes acudir a tomar una hamburguesa a cualquier sitio de comida rápida era una novedad, ahora pide comidas de alta cocina francesa y langosta.