Irina Shayk asistió al evento que Vanity Fair organizó después de la gala de los Oscar con un despampanante vestido negro con atrevidas transparencias firmado por Versace.

Si la alfombra roja de los Premios Oscar sirve a las famosas para deslumbrar con sus mejores estilismos, las fiestas posteriores a la gala de la Academia de Hollywood son para derrochar sensualidad.

De todas las citas nocturnas, Vanity Fair fue responsable de organizar una de las post party más esperadas y la que recibió a la mejor flor y nata de la sociedad. Junto a actores y actrices, este fue también el escenario de muchas modelos, que aprovecharon su asistencia para hacer ostentación de su belleza. Entre todas, destacó Irina Shayk, quien causó sensación con un atrevido vestido negro con muchas transparencias que no pasó desapercibido.

Irina apareció a la cita con un vestido largo y negro de manga larga que se dividía verticalmente en una parte opaca y otra transparente. Así, un costado del vestido quedaba transformado en una segunda piel confeccionada con una gasa transparente con topos que cubría desde su hombro izquierdo hasta el pie del mismo lado. De forma sutil e ingeniosa, la parte opaca tapaba sus zonas íntimas.