Su diseñadora, la británica Debbie Wingham, ideó un majestuoso vestido negro y largo decorado con 50 diamantes, por lo que la modelo tuvo que soportar en su cuerpo un peso de unos 13 kilos a la hora de lucirlo.

Esta pieza está valorada en 3,5 millones de libras (algo más de 4 millones de dólares) y la verdad es que no dejó a nadie indiferente.

Mientras que a unos les pareció una pieza única, a otros les detestó la idea de malgastar tantos diamantes en un vestido cuyo resultado les decepcionó.