“Es divertido porque yo misma no me considero sexy. A ver, cuando me levanto por la mañana, me miro al espejo y lo primero que pienso es: ¡tengo que ir al gimnasio! A veces incluso voy dos horas cuando estoy en Nueva York”, contó Irina a la revista Glamour.
“Yo no creo que las personas sean más o menos sexy por ser altas, o por tener un determinado tamaño de pecho, creo que viene de dentro, pienso que todas las mujeres son sexys”, dijo.
“Una personalidad puede ser muy sexy, hay muchas mujeres que por la calle van llamando la atención y cuando hablas con ellas, están completamente vacías por dentro, para mí ser considerada sexy es algo más profundo, toda mujer, da igual su apariencia, puede serlo”, continuó.