El diseñador sacó a sus modelos a desfilar en plena calle en el último día de la , con prendas de estilo urbano combinadas con sombreros de aire retro y abrigos de piel de animal.

La colección de Jacobs, denominada “Respect” e inspirada en el documental de Netflix “Hip Hop Evolution”, es una oda a la cultura musical callejera y destaca por los jerséis anchos, los pantalones de campana, los chándal y los abrigos con grandes solapas de pelo y piel de oveja.

En el desfile dominaron las prendas en color marrón, beige y granate y complementos como gruesas cadenas de oro, zapatos altos con plataforma extraancha, sombreros de copa alta y redonda y gorras de béisbol con la visera hacia atrás.

Nací y crecí en Nueva York y fue durante mi tiempo en el instituto superior de arte y diseño cuando empecé a conocer y sentir la influencia del hip hop en la música, así como en el arte y el estilo individual”, explica el diseñador en un comunicado.

El desfile, que tuvo lugar frente a la armería de Park Avenue, contó con la presencia de caras conocidas como la actriz india Priyanka Chopra (“Quantico”) y la cantante Katy Perry.

La modelo estadounidense lució un conjunto de chaqueta y pantalón de pana de color borgoña, un gorro de lana gris y un bolso negro de cuero.

Además, en esta pasarela callejera participaron también la dominicana Lineisy Montero y la modelo transgénero Casil McArthur.

Marc Jacobs, cuya firma posee cientos de tiendas en más de 80 países, ha vestido a celebridades como Winona Ryder, Victoria Beckham, Miley Cyrus, Lady Gaga, Kirsten Dunst y Sofia Coppola.

No obstante, recientemente se negó a diseñar ropa para la primera dama de EE.UU., Melania Trump, por no estar de acuerdo con las políticas de su marido, Donald Trump.

Nueva York se despidió así de ochos días de desfiles en diversos puntos de la ciudad, en los que se ha visto a destacadas firmas hispanas, entre ellas Óscar de la Renta, Narciso Rodríguez, Desigual, Carolina Herrera, Custo, Ágatha Ruiz de la Prada y Delpozo.

Narciso Rodríguez y De la Renta se mantuvieron firmes en sus propuestas femeninas, elegantes y de alta costura, pensadas para la mujer exigente, que quiere lucir bien en todo momento, lo que se manifestó en prendas ceñidas y sensuales, aunque de diferentes estilos.

La elegancia clásica de Carolina Herrera, la variedad de tejidos de Desigual, la estética colorista de De la Prada y las prendas brillantes de Custo Barcelona tampoco defraudaron en Nueva York.

También estuvieron presentes marcas de reconocimiento mundial como Calvin Klein, Lacoste, Ralph Lauren y Michael Kors.

Este último optó por sofisticados abrigados y trajes en colores neutros, mientras que Lacoste combinó el estilo deportivo con la estética “grunge” y el “streetwear” (ropa de la calle) de los años 90.

Sus colecciones contrastan con el exotismo de Ralph Lauren, que apostó por elegantes y opulentos vestidos de satén y tejidos metalizados de color dorado.

Sin embargo, llamó la atención la ausencia de nombres habituales como Rebecca Minkoff, Tom Ford y Tommy Hilfiger, que trasladaron sus desfiles a la pasarela de Los Ángeles.

Por otro lado, la pasarela de febrero de este año ha tenido un marcado carácter reivindicativo, ya que diversas casas de moda aprovecharon la atención de los medios para lanzar mensajes políticos en defensa de la diversidad.

El diseñador indio Prabal Gurung vistió a algunas de sus modelos con camisetas con frases como “Soy un inmigrante” y “Las personas son personas”, mientras que la firma estadounidense Public School mostró gorras con la frase “Hacer EE.UU. a Nueva York”.

Asimismo, el veterano Raf Simons, diseñador de Calvin Klein, debutó en la pasarela con una colección dedicada a Estados Unidos, con la que quiso reflejar la inclusión y la pluralidad que existe en el país, algo que trasladado a la pasarela se tradujo en prendas como una bandera estadounidense convertida en falda.

Fuente: EFE