Kardashian, embarazada del rapero Kanye West, se desesperó al ver a los fotógrafos y, con una mano trató de bajar la falda mientras que con la otra no quería soltar su cartera.

Lo cierto es que logró su cometido y no regaló ninguna foto de su ropa interior, y mucho menos, de su barriga de embarazada.

La socilité no deja de usar vestidos sexys, escotados o apretados pese a su estado de gestación, lo que ha sido criticado por sus fans y por referentes en el mundo de la moda.