Cien detenidos y unos 70 heridos, estando grave uno de ellos, dejaron los incidentes en Buenos Aires tras la en la final de , informó el jefe de Gabinete argentino, .

Según indicó el ministro, “se han podido verificar cerca de cien detenciones” por los disturbios en cercanías del Obelisco porteño, mientras que fuentes sanitarias confirmaron que hubo 70 heridos.

La policía reprimió en la víspera con gases lacrimógenos a un grupo de hinchas violentos que arrojaron piedras a los uniformados y destrozaron semáforos, rompieron vitrinas y robaron locales comerciales de la zona.

“Fueron circunstancias lamentables que empañaron las celebraciones que se produjeron en toda Argentina, con manifestaciones espontáneas para celebrar un acontecimiento importante, porque hacía 24 años que la selección argentina no llegaba a la final”, señaló Capitanich.

Por su parte, el jefe de emergencias de la capital argentina SAME, Alberto Crescenti, precisó que los hospitalizados son 55 fanáticos y 15 policías. Uno de los manifestantes sufrió una herida de arma blanca en el pulmón y su estado es delicado.

“El resto presentaba politraumatismos de distinta consideración, heridas cortantes a nivel de cara y cuero cabelludo, y fracturas de tibias”, declaró a radio Mitre al tiempo de informar que una ambulancia y una móvil de televisión fueron atacadas por los vándalos.

Los incidentes se produjeron cuando cientos de miles de hinchas de la albiceleste se concentraron en el Obelisco para celebrar el subcampeonato de Argentina en el mundial.

Capitanich indicó que también se produjeron desmanes en La Plata y la ciudad balnearia de Mar del Plata. Según la prensa local, un hombre recibió un balazo en el cuello en esta última durante una discusión callejera en medio de los festejos.