En medio de la ruptura de relaciones diplomáticas con por parte de la comunidad del Golfo Pérsico, el presidente de Estados Unidos, , señaló al país de financiar el terrorismo y se contradijo con su secretario de Estado, Rex Tillerson.

Catar ha sido históricamente una fuente de financiación del terrorismo en un nivel muy alto”, sentenció en su conferencia al lado del mandatario de Rumanía, Klaus Ihoannis, apenas un momento después de que canciller pidiera rebajar las sanciones.

El líder de la Casa Blanca se había jactado de que, “motivados” por sus políticas antiterroristas, Arabia Saudí, Egipto, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos hayan cortado vínculos con al señalarlo de apoyar a organizaciones terroristas ISIS, Al Qaeda y los Hermanos Musulmanes, acusación rechazada por la nación.

Tiene que acabar la financiación y la promoción de la ideología extremista que enseña a la gente a matar a otras personas y llena sus mentes de odio e intolerancia, y quiero llamar a todas las demás naciones a detener esto de inmediato… No voy a nombrar a otros países”, agregó.

EL MENSAJE DE TILLERSON Y EL MEDIADOR IMPOSIBLE

Antes Rex Tillerson solicitó al conjunto de países, “por razones humanitarias”, rebajar un bloqueo que genera efectos “no deseado” y “obstaculizan las acciones militares” estadounidenses en la región, especialmente la campaña contra el ISIS.

“Estamos viendo la escasez de alimentos, las familias están siendo separadas por la fuerza, y los niños han dejado de ir a la escuela, y creemos que estas son consecuencias no deseadas durante este mes sagrado del Ramadán”, expresó en un discurso completamente diferente al del jefe del Estado.

Días atrás, Donald Trump, en tono de mediador, ofreció la Casa Blanca como sede de a los países de la región para solucionar sus diferencias diplomáticas. Incluso conversó por teléfono con el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani.