En El Salvador se cometieron más de 600 asesinatos en mayo, cifra sin precedentes desde la guerra civil librada de 1980 a 1992.

Según los números oficiales del , el promedio de crímenes diarios fue de 19,6, mientras que en 2014 había sido de 13.

La racha de violencia se debe a la lucha de las pandillas de ’maras’ por el control de territorios de venta de drogas y las extorsiones, de acuerdo a la información de la Policía salvadoreña.

Durante el conflicto armado, el estimado al día de muertos violentamente fue de 17, según Naciones Unidas. Cuando se perpetraban masacres, la media se elevaba a más de 1.000.

La gestión de Salvador Sánchez Cerén cumplirá el 1 de junio su primer año con una alta desaprobación por el crecimiento de la inseguridad. En respuesta, el mandatario ordenó crear batallones especiales del Ejército y la Policía para contener el espiral.

El Salvador es uno de los tres países más peligrosos del mundo, por sus altas tasas de homicidios, superiores a los 60 por cada 100.000 habitantes, según datos de la ONU.