La empresa finlandesa Rovio, creadora del videojuego Angry Birds, negó haber colaborado o proporcionar datos a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, la GCHQ del Reino Unido u cualquier otra agencia de espionaje del mundo.
El comunicado de prensa ocurre luego de que publicaciones como The New York Times y The Guardian informaran, basándose en documentos filtrados por Edward Snoden, que organizaciones de este tipo usaban el popular juego y otras aplicaciones para conseguir información personal de sus usuarios, incluyendo edad, sexo, ubicación y orientación sexual.
Rovio negó cualquier conocimiento de estos hechos, pero indicó que es posible que se pueda acceder a los datos de los usuarios a través de los anuncios de otras empresas que colocan en sus programas.
El juego para dispositivos móviles superó las 1,7 mil millones de descargas para finales de 2013.