El último jueves, más de 500 hinchas neerlandeses se enfrentaron con la policía italiana en la plaza de España, en la capital de Italia, antes del partido entre el Feyenoord y el Roma por la UEFA Europa League. La pelea dejó daños irreparables en la fuente de la Barcaccia y el primer ministro holandés, Mark Rutte, aseguró sentir “vergüenza” por el hecho.

Los hinchas holandeses lanzaron bengalas contra las fuerzas del orden, quienes respondieron con gases lacrimógenos y lograron despejar la plaza.

Dieciséis policías resultaron heridos y decenas de aficionados fueron detenidos.

La fuente de la Barcaccia, que data del siglo XVII, con forma de barco y que había sido restaurada hace pocos meses, quedó totalmente destrozada y según expertos, con un daño irreparable.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo a su homólogo italiano, Matteo Renzi, que siente “vergüenza” por el comportamiento de los hinchas del Feyenoord.

Mark Rutte calificó de horrible el mal comportamiento y los daños causados, asegurando que siente vergüenza por sus compatriotas”, indicó Herman Quarles Van Ufford, uno de los portavoces gubernamentales.