Lo vivido este sábado en la Costa Verde, con motivo de la inauguración del , fue una verdadera fiesta. Cientos de personas llegaron al circuito de playas de la capital para apreciar lo que fue la de la que es considerada la prueba de fierros más dura del planeta.

Desde muy temprano fueron desfilando por la rampa de honor los más de 600 competidores, de 53 países diferentes, inscritos en las distintas categorías.

Uno a uno fueron pasando por el podio principal los participantes de cuatrimotos, motocicletas, coches y camiones, siempre bajo la atenta mirada y la ovación generalizada de un público local que se entregó ante los ‘bravos’ del Dakar.

La emoción de la gente llegaba al límite cada vez que un piloto peruano pasaba por la rampa, sin importar la categoría en la que participaba.

Los más entusiastas fueron los representantes de coches, que al pasar por el estrado principal salían de los vehículos para flamear la bandera peruana.

Hasta el mismo presidente y su esposa Nadine Heredia gozaron del momento y también se confundieron entre la afición que aclamaba y felicitaba a los ídolos del volante.

Los más aplaudidos fueron Ramón Ferreyros y el ‘Mono’ Raúl Orlandini, los pilotos locales más emblemáticos de la prueba. Los Ferrand *(padre e hijo), los *Duros 4×4, los muchachos de Alta Ruta y el experimentado Juan Dibós también se ganaron el respeto y cariño de una fanaticada que nunca dejó de apoyarlos.

La segunda etapa del Dakar se correrá este domingo, con partida y llegada en Pisco, con un total de 327 kilómetros de recorrido, de los cuales 242 constituyen el especial cronometrado.