El alertó que no se puede usar la religión como pretexto para cometer crímenes, en alusión a los movimientos yihadistas en Oriente Medio y África.

“Que nadie piense que puede escudarse en Dios cuando proyecta y realiza actos de violencia y abusos. Que nadie tome la religión como pretexto para las propias acciones contrarias a la dignidad del hombre y sus derechos fundamentales”, expresó el pontífice en Tirana, capital de Albabia.

Sus críticas apuntan a la violencia de la organización extremista (EI), responsable de atrocidades en Irak y en Siria, y a la nigeriana .

“Los grupos extremistas traicionan el sentido religioso auténtico y deforman e instrumentalizan las diferencias entre las diferentes religiones, convirtiéndolas en un factor peligroso de enfrentamiento”, añadió el jefe de la Iglesia católica.

Francisco pronunció su discurso ante los mandatarios ortodoxos, musulmanes, bektashi (corriente del sufismo) y protestantes. “La verdadera libertad religiosa tiene horror de las tentaciones del sectarismo”, acotó parafraseando las palabras de Juan Pablo II en la misma ciudad en 1933.