La franquicia estadounidense Hooters, polémica por los uniformes sugerentes que obligan a vestir a las camareras, ha sobrevivido a su primer ramadán en Yakarta con los ajustes legales y estéticos que requiere el mes de ayuno para los establecimientos en Indonesia .
En Kemang, una zona del sur de Yakarta visitada por extranjeros occidentales, el bar ha estado poco concurrido durante el periodo religioso, que comenzó el 26 de mayo y finaliza este sábado en Indonesia, el país con mayor número de musulmanes del mundo.
Desde hace más de una década las autoridades de la capital restringen la venta de alcohol durante el mes de ayuno, en parte como una medida para contener las redadas de grupos extremistas que intentan imponer a la fuerza sus valores y que se han intensificado en los últimos años.
Bajo el actual Gobierno, los restaurantes y bares no pueden servir alcohol durante la celebración musulmana, y discotecas, saunas y salones de masajes han de cerrar sus puertas, a excepción de los hoteles y las “zonas de entretenimiento especialmente designadas”.